Comunicaciones Confint Chile, entrevistó a Oscar Gálvez, connotado joven activista ambiental chileno, quien ha sido invitado a participar de una serie de conferencias internacionales sobre medio ambiente, juventud y desarrollo. Posee experiencia en educación ambiental y arte para la acción social, trabajos de cooperación internacional y voluntarismo. Es miembro del movimiento mundial de paz, de la organización 3HO (healthy, happy and holy) y de la comunidad espiritual Sikh Dharma, además es profesor internacional de Kundalini Yoga y se dedica a estimular la conciencia planetaria de Paz para cambiar la historia del planeta.
Él ha sido parte del proceso de Confint Chile hacia Confint Brasilia 2010 y quisimos conocer su experiencia, ideas y sentimientos respecto de la Confint en particular y el cambio climático en general.
Comunicaciones Confint Chile (CCC): ¿Cuál es tu experiencia en el proceso de Confint Chile?
Oscar Gálvez: Estoy vinculado a la Confint Chile desde sus inicios. Fui invitado el año pasado a ser Observador Internacional de la conferencia nacional de Brasil para poder organizar y ejecutar la Confint en Chile. Fue una especie de entrenamiento para que todos los que allí estuvimos pudiéramos observar la experiencia real de lo que significa trabajar con el segmento infanto juvenil en un evento de esta magnitud. En ese proceso, además, estuve en las reuniones de ajustes del reglamento para las Confint Internacional en Brasil. En Chile, coordinamos el proceso junto a Ricardo de la Red de Responsabilidades Humanas, y con Juan Fernández y Manfredo Lagner de Conama del Gobierno chileno, y armamos la Confint. A través de un proceso de participación, contamos con grupos infanto juveniles de las diversas regiones del país, incluyendo las más extremas y lejanas, representantes del proceso educativo ambiental chileno.
CCC: ¿Cuál crees que es la importancia de esta Conferencia mundial, tanto para Chile como para el encuentro internacional próximo en Brasilia, considerando que estás llamado a integrar la delegación chilena como joven facilitador?
O.G: Tengo un sincero anhelo de que esta conferencia será una de las más importantes a nivel mundial tanto para los que participemos allí como para toda la humanidad. El precioso valor de que estén reunidos niños y jóvenes con conciencia ambiental, compartiendo ideas, encuentros, acciones, sueños es una gran oportunidad para que el mundo entero pueda vincularse con un poder de decisión y de lucidez frente a diversas cosas que hacen que este planeta sea más hostil. Es una gran oportunidad para el mundo entero tener la hermosa coincidencia de niños a nivel mundial con similares intereses y desafíos, miembros de una comunidad de la que todos somos parte. Estoy confiado que en la conferencia de Brasilia, se llegaran a acuerdos y manifiestos muy poderosos para el planeta, porque la visión de los niños es súper conciente, es clara, limpia, y además poseen ese espíritu de unidad absoluta que permite que no halla espacio para conflictos. Estoy feliz de poder ser parte de la delegación chilena, tengo experiencias en diversos tipos de conferencias, pero sin duda alguna para mí ésta es una de las más importantes de mi vida. Aún puedo recordar mi emoción al sentir el poder de los niños de manifestarse a favor de un medio ambiente más sano, más prospero, más respetuoso y la capacidad para comunicar los mensajes de cambio de conciencia. Como dije antes, esta conferencia es una oportunidad exquisita de transmutar los paradigmas antiguos de relaciones ambientales por unos nuevos, frescos, llenos de alegría, juego, verdad, cariño, respeto y entrega sin mirar diferencias.
Cuando cambiamos nuestra forma de sentir el planeta sin duda alguna estamos colaborando con el cambio profundo que la mente humana necesita, rompiendo automáticamente barreras mentales, sociales, políticas que son simplemente parte de la conciencia dormida que hemos tenido hasta estos días.
CCC: Sabemos que no pudiste estar presente físicamente en la Confint Chile en Santiago de Chile en enero de 2010, justamente por encontrarte en la Cumbre sobre cambio Climático de Copenhague, Dinamarca. ¿Cómo fue tu experiencia personal allí?
O.G: Uy. Esta pregunta tiene doble respuesta. Porque por un lado, mi deseo de estar presente en la Confint Chile era enorme, pero no podía dejar de participar en la Cumbre de Dinamarca. En Copenhague, la verdad es que fue un episodio muy raro y triste para el mundo político global. Todas las negociaciones que hubo no sirvieron para nada más que lobby político de grandes potencias mundiales, relegando nuevamente a todos los países que están en vías de desarrollo a una posición apartada de las decisiones. Fue impactante sentir la impotencia global por no llegar a un acuerdo conciente de reducir emisiones de co2, invertir en energías más limpias, recordar los acuerdos antiguos, los objetivos del desarrollo del milenio y tantas otras propuestas globales proactivas de una visión más conciliadora con nuestro planeta. Fue realmente desmotivante presenciar la aún falta de conciencia global que posee la política actual y la urgente necesidad de cambiar nuestra manera de pensar y actuar.
Por otro lado, estar en Copenhague fue impresionantemente alentador para transformar la visión de participación y unidad global. Cientos de miles de personas reunidas para manifestarse pacíficamente por un acuerdo contingente y remecedor de políticas globales. Miles y miles de grupos ambientales, religiosos, de la sociedad civil, todas las razas, todas las culturas reunidas por un mismo propósito. Nunca en mi vida había presenciado tanta felicidad y esperanza por transformar el mundo que vivimos. Sobre todo para las generaciones que vendrán. Tuve la maravillosa oportunidad de compartir con Desmond Tutu, el actual Premio Nobel de la Paz, junto a los líderes de las organizaciones 350, Avaaz y Greenpeace en un evento dentro de la conferencia. El frío del invierno escandinavo otorgó la posibilidad de abrazarse mutuamente como humanidad global y creer en el trabajo colectivo por un mismo fin, cambiar las políticas globales para sostener la vida en todo nuestro planeta.
CCC: ¿Cómo calificarías los resultados de esa Cumbre en términos de los Estados y sus Gobiernos?
O.G: Como señalé en la respuesta anterior, los resultados obtenidos fueron sumamente mediocres para el mundo entero con respecto a la urgente necesidad de cambiar la forma de relacionarnos con el medio ambiente. Tristemente las coaliciones de países en vías de desarrollo, los países africanos, asiáticos y latinoamericanos no fueron tomadas en consideración por las grandes potencias para transformar la realidad oficial política del mundo. Hubo gastos desmedidos y muy poca consideración personal por cambiar. Era como un gran teatro donde todos fuimos partícipes de la gran obra que ya tenía un final escrito y muy pocos lo sabían. Este año, viene un nuevo proceso de negociaciones en México y se espera que allí pueda existir un nuevo pacto.
CCC: A propósito de eso, ¿Conoces la convocatoria próxima a una “Cumbre de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra”, en Cochabamba, Bolivia? ¿Qué te parece?
O.G: Me enteré de la cumbre de Bolivia en Dinamarca y me parece extraordinariamente importante ser parte de ésta y seguir de cerca lo que allí se realizará. Estoy muy seguro que esa conferencia, al igual que la conferencia de Brasilia será un gesto poderoso humano de proveer más herramientas y visiones colectivas de que el momento de cambiar es Ahora, y que necesitamos mayor conciencia de nosotros mismos para poder transformar nuestro entorno. La gran mayoría de la población boliviana es indígena y en la cumbre se espera que asistan miles de personas también, de todos los credos, religiones, etnias, etc. Desde una perspectiva más vinculada a la realidad de la sociedad civil más que un discurso político gubernamental lleno de restricciones. Considero importante estar atento a esta conferencia en Bolivia ya que dará serias propuestas acerca de cómo los países podemos vincularnos desde una perspectiva mas unificadora y menos opresiva, donde el más grande sea generoso con el más pequeño. Estoy acreditado en la conferencia de Bolivia y soy uno de los miembros del grupo de reflexión creados para generar documentos sobre como comportarnos con el medio ambiente, la Madre Tierra y la gran conciencia que ella posee para darnos todo, la falta de agradecimiento de los seres humanos y la necesidad urgente de servirnos unos a los otros para mejorar la vida en el planeta: “Armonía con la naturaleza para vivir bien”. Actualmente estoy en búsqueda de fondos para poder viajar a Bolivia, con la misión de representar noblemente un pensamiento de unidad, facilitar clases de kundalini yoga para toda la gente y contribuir a la búsqueda de la verdadera identidad de cada persona, así poder vincularnos con la Madre Tierra con respeto y devoción, totalmente agradecidos de vivir aquí y de Ser humanos.
Él ha sido parte del proceso de Confint Chile hacia Confint Brasilia 2010 y quisimos conocer su experiencia, ideas y sentimientos respecto de la Confint en particular y el cambio climático en general.
Comunicaciones Confint Chile (CCC): ¿Cuál es tu experiencia en el proceso de Confint Chile?
Oscar Gálvez: Estoy vinculado a la Confint Chile desde sus inicios. Fui invitado el año pasado a ser Observador Internacional de la conferencia nacional de Brasil para poder organizar y ejecutar la Confint en Chile. Fue una especie de entrenamiento para que todos los que allí estuvimos pudiéramos observar la experiencia real de lo que significa trabajar con el segmento infanto juvenil en un evento de esta magnitud. En ese proceso, además, estuve en las reuniones de ajustes del reglamento para las Confint Internacional en Brasil. En Chile, coordinamos el proceso junto a Ricardo de la Red de Responsabilidades Humanas, y con Juan Fernández y Manfredo Lagner de Conama del Gobierno chileno, y armamos la Confint. A través de un proceso de participación, contamos con grupos infanto juveniles de las diversas regiones del país, incluyendo las más extremas y lejanas, representantes del proceso educativo ambiental chileno.
CCC: ¿Cuál crees que es la importancia de esta Conferencia mundial, tanto para Chile como para el encuentro internacional próximo en Brasilia, considerando que estás llamado a integrar la delegación chilena como joven facilitador?
O.G: Tengo un sincero anhelo de que esta conferencia será una de las más importantes a nivel mundial tanto para los que participemos allí como para toda la humanidad. El precioso valor de que estén reunidos niños y jóvenes con conciencia ambiental, compartiendo ideas, encuentros, acciones, sueños es una gran oportunidad para que el mundo entero pueda vincularse con un poder de decisión y de lucidez frente a diversas cosas que hacen que este planeta sea más hostil. Es una gran oportunidad para el mundo entero tener la hermosa coincidencia de niños a nivel mundial con similares intereses y desafíos, miembros de una comunidad de la que todos somos parte. Estoy confiado que en la conferencia de Brasilia, se llegaran a acuerdos y manifiestos muy poderosos para el planeta, porque la visión de los niños es súper conciente, es clara, limpia, y además poseen ese espíritu de unidad absoluta que permite que no halla espacio para conflictos. Estoy feliz de poder ser parte de la delegación chilena, tengo experiencias en diversos tipos de conferencias, pero sin duda alguna para mí ésta es una de las más importantes de mi vida. Aún puedo recordar mi emoción al sentir el poder de los niños de manifestarse a favor de un medio ambiente más sano, más prospero, más respetuoso y la capacidad para comunicar los mensajes de cambio de conciencia. Como dije antes, esta conferencia es una oportunidad exquisita de transmutar los paradigmas antiguos de relaciones ambientales por unos nuevos, frescos, llenos de alegría, juego, verdad, cariño, respeto y entrega sin mirar diferencias.
Cuando cambiamos nuestra forma de sentir el planeta sin duda alguna estamos colaborando con el cambio profundo que la mente humana necesita, rompiendo automáticamente barreras mentales, sociales, políticas que son simplemente parte de la conciencia dormida que hemos tenido hasta estos días.
CCC: Sabemos que no pudiste estar presente físicamente en la Confint Chile en Santiago de Chile en enero de 2010, justamente por encontrarte en la Cumbre sobre cambio Climático de Copenhague, Dinamarca. ¿Cómo fue tu experiencia personal allí?
O.G: Uy. Esta pregunta tiene doble respuesta. Porque por un lado, mi deseo de estar presente en la Confint Chile era enorme, pero no podía dejar de participar en la Cumbre de Dinamarca. En Copenhague, la verdad es que fue un episodio muy raro y triste para el mundo político global. Todas las negociaciones que hubo no sirvieron para nada más que lobby político de grandes potencias mundiales, relegando nuevamente a todos los países que están en vías de desarrollo a una posición apartada de las decisiones. Fue impactante sentir la impotencia global por no llegar a un acuerdo conciente de reducir emisiones de co2, invertir en energías más limpias, recordar los acuerdos antiguos, los objetivos del desarrollo del milenio y tantas otras propuestas globales proactivas de una visión más conciliadora con nuestro planeta. Fue realmente desmotivante presenciar la aún falta de conciencia global que posee la política actual y la urgente necesidad de cambiar nuestra manera de pensar y actuar.
Por otro lado, estar en Copenhague fue impresionantemente alentador para transformar la visión de participación y unidad global. Cientos de miles de personas reunidas para manifestarse pacíficamente por un acuerdo contingente y remecedor de políticas globales. Miles y miles de grupos ambientales, religiosos, de la sociedad civil, todas las razas, todas las culturas reunidas por un mismo propósito. Nunca en mi vida había presenciado tanta felicidad y esperanza por transformar el mundo que vivimos. Sobre todo para las generaciones que vendrán. Tuve la maravillosa oportunidad de compartir con Desmond Tutu, el actual Premio Nobel de la Paz, junto a los líderes de las organizaciones 350, Avaaz y Greenpeace en un evento dentro de la conferencia. El frío del invierno escandinavo otorgó la posibilidad de abrazarse mutuamente como humanidad global y creer en el trabajo colectivo por un mismo fin, cambiar las políticas globales para sostener la vida en todo nuestro planeta.
CCC: ¿Cómo calificarías los resultados de esa Cumbre en términos de los Estados y sus Gobiernos?
O.G: Como señalé en la respuesta anterior, los resultados obtenidos fueron sumamente mediocres para el mundo entero con respecto a la urgente necesidad de cambiar la forma de relacionarnos con el medio ambiente. Tristemente las coaliciones de países en vías de desarrollo, los países africanos, asiáticos y latinoamericanos no fueron tomadas en consideración por las grandes potencias para transformar la realidad oficial política del mundo. Hubo gastos desmedidos y muy poca consideración personal por cambiar. Era como un gran teatro donde todos fuimos partícipes de la gran obra que ya tenía un final escrito y muy pocos lo sabían. Este año, viene un nuevo proceso de negociaciones en México y se espera que allí pueda existir un nuevo pacto.
CCC: A propósito de eso, ¿Conoces la convocatoria próxima a una “Cumbre de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra”, en Cochabamba, Bolivia? ¿Qué te parece?
O.G: Me enteré de la cumbre de Bolivia en Dinamarca y me parece extraordinariamente importante ser parte de ésta y seguir de cerca lo que allí se realizará. Estoy muy seguro que esa conferencia, al igual que la conferencia de Brasilia será un gesto poderoso humano de proveer más herramientas y visiones colectivas de que el momento de cambiar es Ahora, y que necesitamos mayor conciencia de nosotros mismos para poder transformar nuestro entorno. La gran mayoría de la población boliviana es indígena y en la cumbre se espera que asistan miles de personas también, de todos los credos, religiones, etnias, etc. Desde una perspectiva más vinculada a la realidad de la sociedad civil más que un discurso político gubernamental lleno de restricciones. Considero importante estar atento a esta conferencia en Bolivia ya que dará serias propuestas acerca de cómo los países podemos vincularnos desde una perspectiva mas unificadora y menos opresiva, donde el más grande sea generoso con el más pequeño. Estoy acreditado en la conferencia de Bolivia y soy uno de los miembros del grupo de reflexión creados para generar documentos sobre como comportarnos con el medio ambiente, la Madre Tierra y la gran conciencia que ella posee para darnos todo, la falta de agradecimiento de los seres humanos y la necesidad urgente de servirnos unos a los otros para mejorar la vida en el planeta: “Armonía con la naturaleza para vivir bien”. Actualmente estoy en búsqueda de fondos para poder viajar a Bolivia, con la misión de representar noblemente un pensamiento de unidad, facilitar clases de kundalini yoga para toda la gente y contribuir a la búsqueda de la verdadera identidad de cada persona, así poder vincularnos con la Madre Tierra con respeto y devoción, totalmente agradecidos de vivir aquí y de Ser humanos.